EL PROYECTO


HEMOS REÍDO POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES 

Un cómico que ha dejado de creer en el humor de los españoles se une a un grupo de monologuistas rebeldes para desafiar a un Gobierno que ha prohibido los espectáculos de humor, y se acaba convirtiendo en el enemigo público nº 1.


Este es el concepto, el logline, el resumen de Hemos reído… Pero, ¿de dónde parte?

  Contexto social real: La crisis es cada vez más aguda en España, el paro y las desigualdades aumentan, la crispación crece, la gente clama por el cambio y la renovación, pero sus gritos son apagados a golpes de porras y los oídos sordos de una clase política indiferente al dolor humano.


 Contexto social en la ficción: En el mundo de Hemos reído… La Troika interviene España y el nuevo presidente, el alemán Hans Ackermann, ante las críticas recibidas en forma de sátira desde el colectivo de los cómicos, decide prohibir la comedia, amparándose en la excusa de que hay que recuperar la confianza en los mercados dando la imagen de un país serio, un país en el que para salir de la crisis no queda otra que trabajar más y reír menos… Los paralelismos entre realidad y ficción son evidentes.


Héroes

En estos dos mundos, el real y el imaginado, ambos dominados por un ambiente cargado de sentimientos de pesar, de indignación y de desesperanza, ¿quién iba a ser el héroe sino aquel capaz de arrancarte una sonrisa en tus momentos más amargos? Cualquiera sucumbiría ante el increíble superpoder de estos hombres y mujeres, que no es otro que su ilimitada capacidad para hacer reír.



       
Y no sólo ellos: también Dani Rovira, Luis Piedrahita, Ricardo Castella, Dani Mateo, los chicos de Muchachada Nui, José Mota y hasta Santiago Segura. Son sin duda, por su increíble talento, los héroes que muchos soñamos ver en una película. Sin embargo…

Una vuelta de tuerca.

La lógica imponía que, con tamaño plantel de cómicos, la historia fuera una comedia disparatada. Pero no, no lo es. No quería escribir un Torrente 6 (a pesar de todas las virtudes de la saga). Me planteé qué era lo que tenía hasta ahora: un Gobierno opresor, un líder déspota, una situación desproporcionadamente injusta, un grupo de revolucionarios que se rebelan contra el orden impuesto… Estaba claro lo que había que hacer, ¿no?
           



Y eso es Hemos reído por encima de nuestras posibilidades. La clásica historia del débil contra el fuerte, la víctima contra el opresor, David contra Goliat, contada como si mezcláramos en una batidora los mejores chistes de El club de la Comedia con el ritmo trepidante de acción y aventuras de una película de Christopher Nolan.


Todo ello con la sana y noble intención de divertir al espectador, de emocionarle y de moverle por dentro, de decirle que la felicidad no es sueño ni una meta, es una actitud, está en nuestra naturaleza, y eso es algo que nunca nadie, por mucho poder que ostente, podrá reprimirnos.

No por nada, un sabio dijo una vez:

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